sábado, marzo 28, 2009

SACRÉ COEUR.






Es una iglesia relativamente reciente, fue consagrada en 1919, y me explicaron que uno de los motivos por los que se construyó fue para expiar los pecados de la comuna. Me llamó la atención que se encuentra en lo alto de una colina, Montmartre, con 108 metros de ascenso. Es totalmente blanca y la verdad es que me resultó enormemente familiar, sigo pensando a que otro lugar me recuerda. Creo que es una mezcla de varias iglesias en las que he estado antes, pero no lo tengo demasiado claro, así que seguiré pensando...el caso es que llegamos muy temprano y todo estaba despejado de personas deambulando. Dimos una vuelta por el barrio donde viven más artistas por metro cuadrado y conocí a Bruno. Me llamaron la atención sus ojos azules, su marcado acento italiano y su forma de guardar las distancias. Llevaba un sombrero que dejaba asomar por debajo su pelo cano, era mayor físicamente aunque su peculiar forma de expresarse me hizo entender que era en realidad más joven de lo que aparentaba, porque la edad está en el alma. Quería pintar a la "signorina", y si, le dije que al día siguiente le buscaría. Me sonrió, sus ojos me hablaron, de alguna manera supe que eso ya lo habia oido antes muchas veces, pero en mi caso era verdad, volvería para buscarlo, para que inmortalizara mi rostro en su libreta de dibujo, y seguimos nuestro camino...disfrutamos por un momento de Paris a nuestros pies.

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